POTASIO

LA CLAVE DE UN FUNCIONAMIENTO CARDIOVASCULAR ÓPTIMO

El potasio es un mineral esencial en la dieta humana que se encuentra en verduras y hortalizas, frutas y legumbres

Su efecto fisiológico más conocido es que actúa de forma inversa al sodio: dietas ricas en potasio se han asociado a un mejor control de la presión arterial. 


Procesos en los que interviene el Potasio

El potasio es un mineral esencial, es el principal mineral de carga positiva en el interior de las células y junto con el sodio juega un papel de vital importancia en la regulación del agua corporal y control de la presión arterial.

La suplementación o ingesta aumentada de potasio podría estar indicada para reducir el riesgo de infarto y sus consecuencias, especialmente a través de fuentes dietéticas (el efecto no es dosis dependiente, tanto aumentos pequeños como grandes de ingesta parecen conferir un efecto protector), además de mejorar ligeramente la densidad ósea.

El potasio interviene en diferentes procesos como la síntesis de proteínas y el desarrollo muscular, permite el crecimiento adecuado de los tejidos, controla el funcionamiento del corazón y el equilibrio ácido-base.

El potasio interviene en la utilización de los carbohidratos y en el almacenamiento de la glucosa en forma de glucógeno. De esta manera, el glucógeno puede ser empleado como fuente de energía por el músculo durante actividades de resistencia.

La deficiencia de potasio se ha relacionado con estados de fatiga y debilidad, presión arterial alta, espasmos musculares, disminución de la respuesta refleja, retención de líquidos, ampliación del corazón, hepatitis debida normalmente a alcoholismo, trastornos en cabello y cuero cabelludo y alteraciones del metabolismo de la glucosa conduciendo a hiperglucemia.

A largo plazo, la deficiencia de potasio puede producir síntomas como piel seca, acné, escalofríos, deterioro cognitivo, estreñimiento, depresión, falta de reflejos, retención de líquidos, fluctuaciones del ritmo cardíaco, nerviosismo, sed insaciable, insomnio, debilidad, dolores de cabeza y confusión mental.

  • El potasio se encuentra en abundancia en los alimentos. Son buenas fuentes de potasio las hortalizas y vegetales de hoja verde como el brócoli, guisantes, tomates y patatas (en especial en la piel). Frutas como los cítricos y las naranjas, plátanos, manzanas, aguacates, kiwi, albaricoques y ciruelas. Las versiones desecadas como las uvas pasas contienen mayor contenido de potasio.
  • Los alimentos proteicos como las carnes, el pescado, productos lácteos, soja y las legumbres son excelentes fuentes de potasio. No hay que olvidar los cereales integrales, el germen de trigo y los frutos secos como las nueces.

Algunos de los alimentos que más destacan por su contenido en potasio son el plátano, que puede contener más de 500 mg de potasio y un filete de pargo que puede contener alrededor de 880 mg de potasio.

Es importante tener en cuenta que algunos procesados de los alimentos pueden reducir el contenido de potasio de los alimentos como en la elaboración de las conservas.

¿Para qué sirve?

La suplementación con potasio busca cubrir los requerimientos de este mineral y evitar carencias. En individuos activos y deportistas se suele aconsejar tomar complementos de potasio dentro de una fórmula multimineral.

La utilización de bebidas recuperadoras con potasio acelera la rehidratación y favorecen la retención del agua en el interior de las células.

La dieta actual suele ser demasiado alta en sodio y los productos que contienen cantidades adecuadas de potasio pueden ayudar a mantener el equilibrio electrolítico y la presión arterial en niveles normales. De hecho, el potasio es uno de los minerales más prescrito, debido a que la hipertensión arterial es a menudo tratada con diuréticos que favorecen la pérdida de potasio y a que el consumo de potasio contribuye a mantener la presión arterial en niveles saludables.

Por último, el potasio contribuye a mantener el normal funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos. Por lo tanto, un adecuado nivel de potasio es necesario para garantizar un buen rendimiento deportivo y para que las contracciones musculares tengan lugar de forma correcta. De esta manera, el potasio contribuye de forma indirecta al desarrollo muscular, ya que es necesario una correcta función muscular para producir estímulos adecuados de entrenamiento que produzcan la hipertrofia muscular.

Evidencia científica

La evidencia apunta a que una ingesta adecuada y/o suplementación de magnesio puede contribuir a la disminución de la presión sanguínea, mejorar el control de la insulina, glucemia y Hemoglobina Glicosilada (HbA1c), mejorar la oxigenación muscular y la capacidad de ejercicio aeróbico, reducir los síntomas del asma crónico sin tratar, aumentar la densidad mineral ósea, mejorar la sintomatología neurológica de las migrañas y mejorar la calidad del sueño, además de reducir síntomas de ansiedad y depresión.

Beneficios 

  • Ayuda a los nervios y músculos a comunicarse.
  • Permite que los nutrientes en las células fluyan.
  • Ayuda a expulsar los desechos de las células.
  • Contrarresta algunos de los efectos nocivos del sodio sobre la presión arterial.
  • Favorece la eliminación de líquidos, actuando como un buen diurético.
El potasio es un mineral esencial, es el principal mineral de carga positiva en el interior de las células y junto con el sodio juega un papel de vital importancia en la regulación del agua corporal y control de la presión arterial.

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